miércoles, 15 de abril de 2009

El Plagio académico e intelectual en las obras electrónicas

Históricamente la humanidad ha castigado y repudiado el robo y desde su forma ancestral diversas culturas han castigado las conductas deshonestas, la usurpación y el plagio, interpretando la impartición de la justicia de acuerdo a su tiempo y a su contexto, dónde quizás resultaría con lo dictado por las leyes y los códigos de conducta, cuando fuese posible sancionar sobre hechos tangibles, identificar un culpable y juzgar e imponer sanciones. ¿Pero que hay cuando se debe juzgar sobre lo intangible? El desarrollo tecnológico, la globalización, la interdependencia económica y comercial, los convenios y tratados de libre comercio requieren y exigen de la sociedad asegurar un mayor y mejor resguardo a la propiedad intelectual en sus formas y procesos, batalla que parece perderse en algunos aspectos al considerar el surgimiento y desarrollo de nuevas áreas de conocimiento y de acceso a la información en las TI, telecomunicaciones, circuitos integrados, reproducciones digitales, software y hardware, biotecnologías etc., vulnerables al espionaje industrial y a la piratería, y que en consecuencia la labor académica no se encuentra exenta de practicas fraudulentas. El desarrollo tecnológico y la creciente avenida de la información a través de la Web a propiciado de una u otra forma aspectos que rayan en la deshonestidad y desde luego en la usurpación o robo de la información, cuyo significado no es otra cosa que el atropello de los derechos de autor y de la propiedad intelectual de una obra y de su autor, Comas, Rubén & Sureda1, Jaume (1997),:advierte “La irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha provocado o facilitado importantes cambios que no pueden valorarse de forma positiva. Es el caso del llamado ciber-plagio académico. Adoptar y presentar como propias ideas, teorías e hipótesis de otros no es algo nuevo, pero las tecnologías asociadas a la Sociedad de la Información (SI), sobre todo Internet y más concretamente el World Wide Web (WWW), facilitan enormemente esta práctica éticamente reprobable y académicamente incorrecta”: Agregado a lo anterior y como parte de una practica docente se incurre al solicitar a los alumnos el fotocopiado de algún libro, -sin la autorización verbal o escrita del autor- se fomenta al dejar tarea de algún sitio en la Web y instruir en “bajar” el documento, Marie Leiner de la Cabada2. (2008) “Sí la meta del docente es forjar profesionales capaces de crear ideas y materiales nuevos ¿cómo será posible hacerlo si el alumno no respeta las ideas de los demás y, en su lugar, copia y pega textos escritos por otros presentándolos como propios, los cuales van de frases, párrafos y hasta documentos completos” Replantear nuestro trabajo académico en términos éticos requiere de una pronta orientación dirigida a la construcción y reconstrucción de principios morales, estableciendo estándares acerca de lo que es bueno y malo, correcto e incorrecto, en la conducta de cada persona. Por ello la conducta ética es aquella que se acepta como “correcta” o “buena” en el contexto del código moral imperante. Lo cierto es que existen o pudieran darse muchas interpretaciones de lo que constituye una conducta ética pero que sin lugar a dudas lo deseable es que estas se perfilen sobre las perspectivas de los derechos morales, a la promoción de los derechos e intereses del autor de una producción intelectual, y adicionalmente lo considerado por las perspectivas utilitarias y de justicia, y que de su cabal e imposible aplicación se transforma en un dilema ético: una situación en la que debe elegirse un posible curso de acción que, aunque ofrezca un beneficio o ganancia potencial, también es no ético, por ejemplo: el apoyo social y educativo que pueden requerir estudiantes de bajos recursos podría lograrse atropellando el correcto resguardo y administración en la protección de obras permitiendo el fotocopiado a recibiendo tareas de copy-paste, tomando como justificante el haber logrado una etapa de aprendizaje, evocando la máxima fisiócrata de Nicolas Maquivello “el fin justifica los medios” el reto se encuentra entonces para el docente en la gestión y vinculación de los recursos lícitamente disponibles, vincular de otra manera las actividades de apoyo, la difusión y promoción de programas acreditados, supervisados por cuerpos académicos dentro del marco legal y ajustado al ámbito de las competencias, donde es posible efectuar los ajustes respetando el capital intelectual de las personas y organizaciones, la búsqueda intercambio y suministro de información tecnológica, las propuestas de nuevas formas de lograr los procesos de enseñanza aprendizaje mediante la oferta de servicios de orientación, asesoría y asistencia técnica acordes a las necesidades actuales, sin que atente o sea causa de actos violatorios a la propiedad intelectual, industrial, registros, patentes y marcas sin embargo es necesario ubicar de igual manera la creencia de algunos estudiantes con respecto al trabajo académico, en un estudio realizado por Ordoñez, Claudia; Mejia, José; Castellanos Sonia, (2003) advierten “que la mayoría de los estudiantes consideran que las características del trabajo académico llevan al fraude. La primera de ellas, que se constituye en el factor principal al ser mencionada por 42% de los estudiantes de nuestra muestra, es la presión de la Universidad en términos de exigencia de cantidad de trabajo en poco tiempo, como expresa uno de los entrevistados: “He visto mucho que pasa en esta facultad que a la gente la llenan de tanto trabajo…en una semana uno tiene cuatro o cinco entregas; cada entrega es de veinte paginas, tiene que responder a todo…Entonces copia, pega y sale de eso rápido. Es una forma de responder a la presión”. Dice otro que –el hace fraude- …porque la gente no tiene tiempo y se encuentra muy apurada por terminar sus cosas, y con tal de salir con algo prefieren “copy-paste, como le dicen”. Testimonios como los anteriores esgrimen la gran cantidad de trabajos y la poca disposición de tiempo








REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1.-Comas, Rubén & Sureda, Jaume, (2007), Ciber-Plagio Académico. Una aproximación al estado de los conocimientos, Revista TEXTOS de la CiberSociedad, 10. Temática Variada. http://www.cibersociedad.net
2.-Leiner , Maria, (2008) La amenaza del plagio en el ámbito académico, Revista No 25 CULCyT Cultura Cientifica y Tecnologica, pág. 16-17.
3.-Ordoñez, Claudia; Mejia, José; Castellanos Sonia, (2003) Percepciones estudiantiles sobre el fraude académico: hallazgos y reflexiones pedagógicas. Revista de estudios sociales No. 23. Pág 39

Shermerhorn J.R. (2008) Impacto de los aspectos culturales en la conducta ética del libro Administracion, 6, 1168-119